RESUMEN: La naturaleza ha evolucionado a lo largo de 3800 millones de años. Dicha evolución ha involucrado un desarrollo a multiescala y funcional. De hecho la naturaleza debe responder a un sinnúmero de estímulos y solicitaciones. Tal como lo indicó Charles Darwin en Origen de las Especies: "No es el más fuerte de las especies el que sobrevive, tampoco es el más inteligente el que sobrevive. Es aquel que es más adaptable al cambio." Esta perfección alcanzada por la naturaleza le permitió establecer cuál es el mejor sistema para evolucionar a lo largo de los años. Es por eso que desde los comienzos de la raza humana, hace más de 22 millones de años, se ha tratado de imitarla. La naturaleza ofrece modelos efectivos y eficientes para el desarrollo de herramientas mecánicas, diseño, algoritmos computacionales y nuevos materiales, y, además, permite aprender nuevos procesos de producción sin polución ni residuos tóxicos. En el presente trabajo se analiza la modificación de la topografía de una púa escarificadora (SAE 1045) inspirada en la cutícula del bicho toro (Diloboderus abderus), quien habita en nuestro suelo, con el objeto de reducir la adherencia de la tierra a la herramienta. Por tal motivo, se reportan los resultados experimentales de diferentes pruebas de campo que corresponden a púas con distintas distribuciones geométricas de cavidades en su superficie. Asimismo, se investigó para diferentes probetas del acero, la evolución de la mojabilidad con el tiempo de ataque químico, con la finalidad de generar distintas jerarquías de rugosidades, imitando el efecto lotus.